jueves, 18 de octubre de 2007

Alas armadas, plumas cariñosas


Estas lineas, son por un pequeño gambon, que me llamo hay poco tiempo para ayudar su portadora de vida, dicho de forma local, madre. Los seres como el que esta escribiendo estas lineas, poco nos va hacer en el social o en el afectivo, somos acustumbrados a lo duro, y pocas veces nos toca acompañar estas creaturas que viven en un medio acuatico, donde pueden percibirlo todo, y mas alla, por eso, nos dedicamos a veces a utilizar nuestras plumas no solamente para rescatar en vuelos o para intervenir de forma radical. Tambien se pueden utilizar para acareciarles el alma, cuando estan metidos en situaciones humanas que les supera y que no les pertenece, para hacerle recordar al contacto que siguen siendo acompañados, siguen estando con las presencias que han conocido hay poco, antes de regresar al mundo de los seres humanos, antes de respirar otra vez. Nos captamos perfectamente, gambones de competicon y caballos celestos, es una comunicacion de las mas puras, de las mas divinas, de las mas divertidas. Es como si nos seguirian paso a paso, pluma a pluma, enterandose de cada uno de los moviemientos del aire que desplazan nuestras alas, solo, hay que andar con mucho cuidado, porque hay una diferencia de tamaño muy grande, y no hay que ser brusco ni bruto, lo que es la especialidad de la casa alada.

Asi que mi amiguita "Eliora", la reconoci asi, es un viejo nombre que viene del cielo, y como buenos guias, a veces podemos intervenir por ellos cuando sentemos que van a estar en dificultades mas adelante, cuando aterizaran aqui, cuando tendran que parar de nadar para empiezar a volar. Menuda paradoja aquella, a veces, me rompe el corazon, de saber lo que van a pasar, solo, tiene que ser asi, por eso existemos, los pegasos azules, para que tambien estos pequeños seres, llenos de vida, pueden volar en tranqulidad. La apode asi, es un nombre muy antiguo, muy sagrado, porque lo merecen, estar acompanados siempre por la gloria celeste, por la gracia divina, cual sea el camino que les ha puesto en memoria la vida, para que se pueden desarollar como Dios manda. Lo he robado a mis amigos "Leones Alados", que recorieron los desiertos de Palestina, los desiertos de Israel, donde la luz se expande en un baile imenso, en un baile de llamas imparables, en un baile de una claridad espantosamente grandiosa. He apoyado uno de ellos, el mas sin cualificativo posible por la mente humana, el jefazo de los Leones Alados, el denominado Ariel, que dio su nombre a sus escuadrones, a sus brigadas especiales, no dare mas detalles, da lo mismo. Quedan pocos de estos, muy pocos. Tubieron muchas bajas, muchisimas. Y de los pocos que quedan, tambien nos toca a nosotros, los viejos caballos alados, de cuidar de ellos, y pasar por delante cuando hay que desperarles el campo.

Por eso, cuando el pequeño gambon me llamo, lo respondi con este apodo, nombre, lo qeu sea. "Eliora", lleva energia propria, es como si pronociendo este palabra, estaria en contacto al momento con ella, pequeño ser que aun no vi la luz, y que la lleva por todo su ser. Quiere decir, en las viejas lenguas que ahora se olvidaron y desaparecen porque no tiene sentido que se utilizan si los seres que podrian utilizarla, han perdido todo contacto con lo divino, y aun menos entienden el sentido profundo y eterno de cada letra que podrian utilizar. Este, es de lo mas directo, de lo mas conectado con los cielos, queirre decir "Luz infinita", por el origen del principio de la palabra, y por su eje principla, y si se mueven las letras, en su prononciacion, aparece el nombre de un de los Leones Alados, que tampoco importa que aparezca aqui, nosotros, los pegasos azules, poco sentido comprendemos, y poco tenemos que transmitir, solo volamos por los demas, ni somos maestros, ni profesores de nadie. Dejamos a los que les va el rollo aquel, de sentirse importantes porque llevan algun conocimiento, y a la hora de volar, no queda nadie, porque el conocimiento sin pratica, no sierve de nada. Imaginamos entonces, si hay pelea a lo bestial, donde estarian nuestros intelectuales de la leson primitiva. Si hay que responder sin preguntarse ni porque ni como, solo responder, no hay ni libros, ni conocimiento que aprende este estilo de respuestas. Respondes, te callas, y volas, asi de sencillo.

Cuando me toca acercarme a los gambonitos, me hace sentirme un poco humano, no de aparencia, porque aun no hay princesas que se le dan bien besar un caballo alado, ni les mola demasiado, porque se nos huele de muy lejo, y de cerca, es un olor poco aguantable, por los que no huelen con el alma y con el corazon, es un olor que quema, si uno no esta acustumbrado, y si no esta dispuesto a sentirlo por todo su ser. Los gambonitazos, por ejemplo, les mola, les encanta, se quedarian pegados en las plumas y en los crines. Fuera de eso, al contacto de ellos, nos acercamos un poco mas a la humanidad, nos da mas ganas de pelear, porque recordamos aun mas por dentro, porque tenemos que volar, a decirlo, a veces, como viejo pegaso, tienes mas ganas de hacer bombardeos de antimatiera para poner un punto final a la broma, mas que tener que hacer misiones de rescates, donde sales ahumado como un salmon, tostado y frito como un pollo asado. Por lo menos, ellos son puros, ellos vienen directo de arriba, y nos hacen recordar por donde vamos y porque luchamos desde tanto tiempo, y solo coger uno debajo de las alas, es un placer y un disfrute imenso. Asi puedo sentir tambien, si algun dia aparece en vuelo a una como el reflejo que veo cuando miro ensima del agua de los lagos de calma y de turquesa, siempre miro, y veo lo que soy, veo mis alas, mi color, podre se puede reconocer algun dia este reflejo en una, si se me acerca, y si occure, por seguro que vendran pequños gambitazos con plumas y crines, con cascos. El color, ni idea, del momento que tienen un corazon y unas las potentes, y que puedo cogerles a volar conmigo en mi espada, para que pueden poco a poco, sentir el aire deslizar en sus pequemas plumas, y mirar el infinito desde arriba.

Por eso te doy las gracias, pequeña Eliora, de haberme llamado al rescate, y de ayudarme a recordar que algun dia, podre ser un padre pegaso, si se me acerca una pegaso verdadera. El tiempo que te queda a esperar tu hora de vuelo, te rodeare de mis potentes y lizas alas, y cuidare de ti, con todo mi amor, el mismo amor que tengo por cada uno de vosotros, y cuando aterizaras, me apartare, para que puedes tener el espacio necesario para despeguar otra vez. Hare mover mis alas para que tengas una corriente potente, una coriente vertical, dulce y calida. Y si me necesitas mas, solo tendras que pronunciar tu palabra, y aparecere para acompañarte. Gracias pequeño ser de hacerme sentir un poco de los tuyos.

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